Los conocimientos previos poseídos
sobre un texto son siempre fundamentales para la comprensión lectora, pues interactúan
con la información contenida en él. La interacción de nuestro conocimiento
previo y las proposiciones substraídas de una lectura permiten que
cada lector tenga una representación mental propia.
Relacionar las ideas, propuestas e información textual con nuestro conocimiento permiten realizar inferencias( deducir o sacar una consecuencia respecto a la información leída).
En el proceso de lectura la mente evalúa lo leído activando nuestro conocimiento previo para implicar, lógicamente, otros aspectos relacionados a la información.
Para que las inferencias generadas a partir de una lectura sean acertadas y objetivas, se hace necesario no utilizar juicios de valor (opiniones personales).
Existen diversos criterios de clasificación de las inferencias. En el proceso de lectura solemos ocupar con mayor frecuencia las ELABORATIVAS pues éstas se construyen a partir del conocimiento previo del lector apoyándose de la información nueva del texto.
Relacionar las ideas, propuestas e información textual con nuestro conocimiento permiten realizar inferencias( deducir o sacar una consecuencia respecto a la información leída).
En el proceso de lectura la mente evalúa lo leído activando nuestro conocimiento previo para implicar, lógicamente, otros aspectos relacionados a la información.
Para que las inferencias generadas a partir de una lectura sean acertadas y objetivas, se hace necesario no utilizar juicios de valor (opiniones personales).
Existen diversos criterios de clasificación de las inferencias. En el proceso de lectura solemos ocupar con mayor frecuencia las ELABORATIVAS pues éstas se construyen a partir del conocimiento previo del lector apoyándose de la información nueva del texto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario